Tema 1: La LOMCE (Ley para la Opresión de Mentes Creativas y Extraordinarias)
¡Hola, otra vez!
Hoy voy a abrir la entrada planteando lo siguiente: ¡Que levante la mano quien se haya leído la LOMCE! ¿Nadie? Tranquilos, yo tampoco he tenido el placer de sumergirme en la lectura de esta obra maestra de la prosa. Lo que sí he hecho, por suerte o por desgracia, ha sido disfrutar de ciertos fragmentos que me han dejado ojiplática y que son motivo de la creación de esta entrada que tenéis ahora mismo en vuestras pantallas.
Aunque ninguno hayamos leído la LOMCE, salvo quizás los que tuvieron la gran idea de redactarla, sabemos de ella algunas cosas:
- Es la Ley de Educación vigente en la actualidad. En la actualidad en la que se ha escrito esta entrada (2019), que no tiene por qué coincidir con la actualidad que vivís quienes la estéis leyendo.
- En un despliegue de buen humor y sarcasmo mal empleado, se decidió llamar a esta ley Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa. Spoiler: El sarcasmo está en la palabra «mejora». Para que luego digan que los políticos no tienen sentido del humor.
- Esta ley de mejora (risas enlatadas) de la calidad educativa, se creó para modificar la LOE (Ley Educativa anterior a la LOMCE) y para mejorarla (o eso dicen y nosotros hacemos como que nos lo creemos).
En lo que respecta al aprendizaje de las Lenguas Extranjeras, en la LOMCE puede extraerse este fragmento:
Como podemos observar en las partes que he subrayado, la LOMCE es una gran defensora del bilingüismo y apoya el desarrollo de las lenguas extranjeras en el alumnado por medio de la comprensión oral y lectora y la expresión oral y escrita. Realmente, ¿cuántas de vosotras recordáis que se fomentase la expresión oral en la asignatura de Inglés más allá de aquellas exposiciones breves (si es que se hacían), que apenas contaban para la nota y que prácticamente no se trabajaban en clase? ¿Cuántas recordáis preparar listenings más allá de aquellos propuestos por los libros de texto que duraban 5 minutos y que parecían representados por actores de 30 años fingiendo ser nuestros colegas? Y sobre la comprensión escrita: ¿Alguna de vosotras ha podido emplear en clase algún texto de producción inglesa que no estuviera sacado del libro de texto (esos diálogos absurdos sobre que John quiere ir al cine, pero Kate tiene que estudiar o las biografías de personas que subieron a tal montaña)?
Este no es el que yo leí, pero me hace mucha gracia. Sleepy Hollow para 1º de la ESO. ¿Qué podría salir mal? |
Cuando éramos todavía alumnas de inglés, vivíamos en una pequeña burbuja de contenidos creados específicamente para nosotras. Listenings falsos y acartonados, textos escritos que seguían siempre los mismos patrones y estructuras. No nos dejaban acceder a contenidos reales, únicamente a adaptaciones que a veces llegaban a resultar irritantes por lo prefabricadas que se veían. Nos ponían las limitaciones antes de tiempo y luego sacaban leyes hablando de la precariedad de nuestra competencia lingüística. ¿Por qué no buscar libros reales de nuestro nivel en vez de buscar Frankenstein adaptado para un nivel A2? Por ejemplo, yo recuerdo haber leído, en 4º de la ESO un libro adaptado de la Editorial Burlington (os dejo aquí un catálogo. Es para que lo miréis, no para torturar al alumnado con eso), pero lo hacíamos en alto, cada estudiante leyendo un párrafo. ¿Es eso trabajar la comprensión escrita? ¿No sería mejor proporcionar al alumnado libros reales acordes a su nivel y que los leyese de forma autónoma?
Mi intención no es en absoluto desmerecer el trabajo de estas presentaciones. Yo misma tuve que elaborar algunas de estas temáticas o de contenidos similares. Mi opinión, es, simplemente, que me cuesta visualizar una situación real en la que los y las estudiantes, al viajar a un país de habla inglesa, se vayan a encontrar en la necesidad de hablar durante, pongamos, 10 o 15 minutos seguidos, sobre un tema establecido previamente. ¿Dónde quedan la improvisación, los rasgos de oralidad? ¿Y las intervenciones propias de un diálogo o conversación?
En lo que se refiere al uso de la lengua oral en el aula, como ya comentaba anteriormente, este se limita al ejercicio de ciertas exposiciones de temática y tiempo muy limitados, a los que se presta una preparación muy breve y que no suelen trabajar contenidos que vayamos a aplicar en situaciones reales a las que nos veamos expuestas en caso de encontrarnos en un país de habla anglosajona. Ejemplos de estas exposiciones (si pincháis en ellas poséis acceder a los links):
Mi viaje a Inglaterra |
Mi intención no es en absoluto desmerecer el trabajo de estas presentaciones. Yo misma tuve que elaborar algunas de estas temáticas o de contenidos similares. Mi opinión, es, simplemente, que me cuesta visualizar una situación real en la que los y las estudiantes, al viajar a un país de habla inglesa, se vayan a encontrar en la necesidad de hablar durante, pongamos, 10 o 15 minutos seguidos, sobre un tema establecido previamente. ¿Dónde quedan la improvisación, los rasgos de oralidad? ¿Y las intervenciones propias de un diálogo o conversación?
La música que me gusta |
Finalmente, otra ventaja de esta actividad para trabajar la competencia en la expresión oral es que es muy sencillo adaptarla a los contenidos teóricos del currículum, de manera que se trabajen simultáneamente la expresión oral y la gramática y vocabulario vistos en cada una de las unidades. Sin embargo, no debemos olvidar que como docentes, se nos permite cierto nivel de flexibilización, por lo que no estaría de más incluir ocasionalmente contenidos culturales que guarden relación con la materia e interesen al alumnado (bien por su actualidad o bien porque les afectan por su proximidad).
¡Interesar al alumnado es una forma de motivación!
Ola, Julia!
ResponderEliminarBoísima entrada, coincido absolutamente na análise que fas da LOMCE e o xeito que tes de expoñer as túas ideas pareceume divertidísimo (tanto que quedei con ganas de ler máis ó respecto). Como ben dis ti, malamente se pode considerar "mellora" o que propón esta Lei, que segue unha clara ideoloxía neoliberal e parece creada para beneficio dos mercados. Si que é certo que resalta a importancia do bilingüísmo (pola súa relevancia no mundo laboral, iso si) pero, efectivamente, queda por propoñer unha solución ó problema que existe coa aprendizaxe de inglés no noso país.
É moi cómodo para estandarizar o ensino da lingua inglesa empregar videos guionizados e extremadamente controlados, pero iso separa ó alumnado dos usos reais do idioma (e o mesmo pasa cos texos, os audios, as actividades...). Entra dentro da labor docente coñecer a cada grupo de alumnado para empregar materiais que se adapten ás súas necesidades, o que supón moitas horas de traballo e documentación. Tendo en conta a sobrecarga de traballo que teñen moitos e moitas docentes na actualidade, é comprensible que se tire de libro de texto para traballar contidos, polo que é claro que o problema está na falta de recursos que teñen as escolas públicas, coas aulas saturadas de alumnado e os/as docentes sobrecargados de traballo.
En realidade é como un círculo vicioso: o alumnado non conecta coas actividades, ímplicase pouco, baixa o seu rendemento, o/a docente debe realizar máis actividades na aula para traballar os puntos febles e volta a empezar outra vez. De se empregar contidos atractivos, que esperten a curiosidade do alumnado e o seu interese por seguir aprendendo por si mesmos, a cantidade de traballo do/a docente veríase reducido porque as aprendizaxes serían máis efectivas e duradeiras.
Que pensas ti?
Saudiña,
Alba!
¡Hola, Julia!
ResponderEliminarVaya una entrada que has escrito. A medida que iba leyendo tu artículo, me acordaba de mi experiencia como estudiante. No voy a mentir, no fue hasta primero de bachillerato y con la entrada en la universidad que mi nivel de inglés (bastante mediocre) empezó a mejorar.
Quiero centrar este primer párrafo en la competencia lingüística oral. Contestando a tu pregunta, no, no recuerdo hablar demasiado en clase. Sin embargo, recuerdo que las pocas veces en las que nos mandaban leer en alto, se extendía el pánico. Esta situación se daba, en primer lugar, porque la competencia oral casi nunca se practicaba, y, por otro lado, porque nunca nos habían enseñado que estaba bien cometer errores, o decir las cosas mal. Por ello, cada vez que teníamos que hablar o leer, se creaba un ambiente bastante incómodo. Esto, viéndolo ahora desde una perspectiva diferente, es bastante irracional. ¿Cómo es que nos enorgullecemos de personas extranjeras que hablan español o gallego, aunque cometan fallos, y sin embargo aquí preferimos no hablar otros idiomas por miedo a fallar? En esta misma línea, quiero destacar la tendencia a centrarse demasiado en temáticas que no van a ayudarnos a conversar ni de manera cómoda ni improvisada, como bien dices. Es curioso que nos enseñen vocabulario avanzado que es más que probable que no vayamos a utilizar nunca, cuando a veces lo más básico es lo que nos puede aportar más fluidez.
En cuanto al realismo del material aportado en el aula, opino que a veces, sobre todo en niveles muy básicos, hay que usar contenidos no demasiado realistas para entender mejor las bases del idioma en cuestión. A veces, aunque nos gustaría, no podemos meternos directamente de lleno en la lengua meta, sobre todo dependiendo de la dificultad del idioma que queramos aprender. Pero entiendo totalmente lo que quieres decir. Deberíamos ir avanzando desde un punto de partida del que nunca salimos. Nos pasamos todo el sistema educativo, literalmente, aprendiendo lo mismo una y otra vez, prácticamente con la misma dificultad, profundidad y “realismo”. Además, con este sistema solo conseguimos engañarnos a nosotros mismos. Nos hacen creer que por sacar buenas notas en exámenes, somos hablantes de primera. Sin embargo, la realidad te golpea cuando, ya sea viendo una serie, o intentando explicarle algo a un turista, descubres que ni entiendes nada, ni sabes como comunicarte.
Finalmente, concuerdo con la solución que propones. Creo que uno de los problemas existentes en la educación es que el aula de idiomas se ve, precisamente, como un aula en la que únicamente se imparte una lengua extranjera. Sin embargo, como todas las demás asignaturas, somos responsables como docentes de ayudar al alumnado a descubrir sus valores. Para ello, como dices, el debate es una herramienta más que efectiva, a la par que se estaría trabajando el idioma de manera eficiente y realista.
Sin más, me ha gustado mucho leer tu artículo, ¡enhorabuena por la entrada!
Estimada Julia,
ResponderEliminarComparto contigo e coas compañeiras que comentaron nesta mesma entrada, a máis que razoábel crítica a LOMCE; especialmente no que se refire ao ensino das linguas estranxeiras. Tal e como se recolle no fragmento da actual lei orgánica de educación que encabeza esta publicación, a aprendizaxe de linguas estranxeiras é estreitamente relacionada co ámbito económico e coa "empleablidade" que estas favorecen no actual marco laboral. Como futurxs docentes dunha mocidade dunha sociedade cada vez máis globalizada e integrada no marco europeo, somos conscientes da necesidade de que o noso alumnado chego aos mínimos estipulados polo propio currículo. Sen embargo; é cando menos preocupante que na presente lei educativa se mencione de maneira anecdótica, a importancia de transmitir a apreciación polo patrimonio inmaterial que representan outras linguas.
Eu igual ca compañeira Raquel, que comentou nesta mesma entrada, lembreime do meu paso pola ESO e o Bacharelato. No meu caso persoal, a nosa profesora de inglés ceñíase estrictamente aos libros de inglés que como ti ben describes, eran libros que non nós achegaban contidos reais. A profesora non aportaba ningún contigo cultural que non fose recollido nos libros, no que a aproximación as culturas de fala anglófona era limitado aos principais esterotipos culturaos do Reino Unido e dos Estados Unidos. Como alumno recordo pensar continuamente que de ter que irme ao a un país de fala inglesa, o aprendido en clases non me chegaría nin para ir a compra. Está claro que depende de nós, xs futurxs docentes, de mudar o ensino das linguas estranxeiras dacordo ao primeiro nivel de concreción curricular mesmo se este recolle as linguas estranxeiras como meras ferramentas no mercado laboral.
Gustaríame saber se compartes a miña opinión.
Un saúdo! :)